En el Fútbol Club Barcelona comienzan a exponer las ‘costuras’ de las que sufren constantemente pero que tratan de ocultar a como de lugar, pues, a pesar de haber conseguido algunos títulos, entre ellos, LaLiga, no parece que esto sea suficiente para que el club comience de forma normal su reestructuración en un margen que ellos desean, por lo que, se ven en la obligación de vender a algunos jugadores con tal de obtener alguna ganancia y así, solventar otros gastos del club.
Uno de los jugadores que más ha sonado para su pronta salida es el brasileño llegado desde el Leeds United, Raphinha, quien, a pesar de haber hecho una temporada de buenos números, al Barcelona y a su junta directiva no les acaba de convencer para los planes del equipo, a pesar de que, al entrenador, Xavi Hernández, le tenga más que en cuenta para la plantilla como pieza importante.
Raphinha fuera
La directiva está barajando muy seriamente la opción de ‘deshacerse’ del brasileño con tal de obtener alguna ganancia para el club con su traspaso y así disponer de una suma importante para solventar otros gastos que el club tiene que hacer si quiere entrar de lleno en el mercado de fichajes.
No obstante, al brasileño no parece preocuparle esta situación en absoluto, pues conoce bien su situación contractual con el club y ha declarado en múltiples ocasiones que no pretende irse antes de la conclusión de su contrato con el conjunto culé y que deja en ‘jaque’ a un Laporta que planea desprenderse del jugador.
"Fue un inicio de temporada en el que hice pocos goles, pocas asistencias y no tenía participación directa en el equipo", pero después "comencé a adaptarme mejor, los compañeros me ayudaron bastante y conseguimos ganar la Supercopa y LaLiga con un margen de puntos bastante grande" declaró el futbolista.
El futuro del brasileño
Aunque se quieran deslindar del futbolista, la realidad es que su contrato lo ata al club hasta el año 2027 y que el mismo futbolista está dispuesto a cumplir a ‘rajatabla’ sea cual sea el deseo del club y las pretensiones económicas que esto suponga para él.
A Joan Laporta se le acaban las opciones para mantener al club en una situación, de por sí crítica, y en la que ya comienzan a barajarse la posibilidad de volverse una Sociedad Anónima Deportiva o, al menos, parcialmente.
