La Isla de las Tentaciones se ha convertido en el fenómeno viral del momento. En Telecinco tienen una 'mina' de oro y los concursantes que acuden al programa ven como los cambia, por completo, toda su vida privada y más íntima. Pasan a ser reconocidos, les aumenta el caché, mayor salario en función de su rol en el reality...
Esa es la cara más amable, pero la realidad es muy distinta. También hay un lado oscurso que pocos se atreven a contar. Al salir de LIDLT, en algunos casos, también impera el dramatismo y la amargura. Muchas parejas se rompen y en el caso de infidelidades se pasa a otro panorama.
Claudia contó a sus seguidores que no repetiría experiencia y no es la única que lo dice: "Es superbestia, desde que salí de ahí, con la emisión... han sido meses muy muy muy duros. No podéis pensar todo lo que he pasado. Estoy muchísimo más tranquila, pero he llegado a perder peso, pelo, tranquilidad, paz mental. Quiero dedicarme a mí y ya en un futuro ya veremos si salgo en otro reality", contó la expareja de Javi que rompió su relación en República Dominicana.
El lado oscuro
En La Isla se vive en una burbuja, pero el shock llega al salir. Reencontrarse con su pareja, afrontar la crítica de la gente, y tener que seguir con una vida cambiada por completo es un drama para los jóvenes que aparecen en el programa emitido por Mediaset.
Ganan fama, pero pierden muchas otras cosas. La fama, eso sí, viene a posteriori con el ofrecimiento de algunos bolos y con la posibilidad de acudir a nuevos programas tras la emisión en antena de todo lo ocurrido unos meses atrás en el paraíso de Sandra Barneda.