Las mañanas de Telecinco vuelven a ser de Ana Rosa Quintana. Casi doce meses después de apartarse de la televisión a causa de un cáncer de mama, la presentadora ha vuelto a tomar las riendas de su programa. "Les dije que nos veríamos pronto. Se me ha hecho un poco largo, pero buenos días", ha comenzado diciendo ante los espectadores.
"Tengo una deuda eterna con ese inmenso cariño que me ha llegado de todos ustedes. Desde mis compañeros, personas que no conozco, que me han regalado sus oraciones, hasta el Papa me ha hecho llegar un rosario bendecido", ha explicado la periodista.
"En este momento hay miles de personas pasando por lo mismo, miles de mujeres que lo están viviendo o lo van a vivir. No pienso guardarme nada y que a lo largo de la mañana intentaré contar todo lo que ustedes quieran saber sobre este año", ha comentado Ana Rosa. "El gusanillo del periodismo no me ha abandonado a pesar de que esta vez he tenido que seguir la actualidad desde el sofá de mi casa".
Es un milagro
La periodista, posteriormente ha hablado abiertamente de cómo ha vivido todo este largo y duro proceso: "He necesitado 16 sesiones de quimio, 15 de radio, dos intervenciones, incluidos parte de los ganglios linfáticos. Creo que esto hay que tomárselo con mucho cuidado con el lenguaje, no crear falsas expectativas. He acabado un tratamiento, me encuentro estupendamente, pero no podré decir que estoy dada de alta dentro de cinco o seis años", ha explicado con dureza pero llena de fuerzas.
Además, no acaba la cosa ahí y ha asegurado que aún tiene que seguir enfocándose en su recuperación: "Una vez que acaba la quimio, la radio, las intervenciones quirúrgicas... Te queda un tratamiento de pastillas, una de cinco años y otra de dos años, y con analíticas prácticamente todos los meses y revisiones con escáner cada trimestre".
La periodista, ha hecho un repaso a toda la actualidad que ha seguido desde su casa en este tiempo y para acabar ha lanzado la frase que llevaba tiempo queriendo decir: "Milagro es que yo, hoy, esté aquí. Bienvenidos".