El viernes negro es considerado desde 2005 el día en que más ventas se producen en todas las tiendas del mundo. Una fecha con un origen que no tiene su paralelismo en la actualidad pues fue en el año 1929 tras la primera caída de Wall Street cuando empezó a popularizarse.
La idea fue de un comerciante de ascendencia judía llamado Fred Lazarus que pretendía paliar el abarrotamiento de los almacenes tras la caída de la bolsa y con ella de las ventas. Este día pretendía ser una jornada de rebajas de los productos que no se vendían y así ha sido hasta hoy.
El éxito fue mayúsculo y se puede decir que tras Acción de Gracias, es el que da inicio a las ventas comerciales típicas de la Navidad. Parece, sin embargo, que no tuvo el mismo eco en Europa y otros continentes, pero eso cambió de forma significativa a partir de la entrada en el nuevo milenio.
Fue entonces cuando los europeos se incorporaron al frenético ritmo de compras que este día representaba. Los grandes almacenes lo empezaron a utilizar como una forma para maximizar sus ventas y asegurarse un buen número de ingresos antes del periodo más satisfactorio para ellos, la Navidad.
En España tuvo especial calado tras la crisis de 2008 y se abría así un día en el que el propósito era bajar los precios para aumentar las ventas, cosa que se logró muy satisfactoriamente. Desde entonces es el día en el que más se vende y parece que su final está muy lejos.