La guerra de Ucrania se cuela en Roland Garros: abucheos a una jugadora

La política y el deporte no deberían mezclarse, la guerra de Ucrania ha aparecido en Roland Garros

La guerra de Ucrania se cuela en Roland Garros abucheos a una jugadora
La guerra de Ucrania se cuela en Roland Garros abucheos a una jugadora

El conflicto militar por la invasión de Ucrania por parte de las tropas del ejército ruso dura ya más de un año. Las reacciones y condenas por el ataque ruso han llegado desde todos los estamentos de la sociedad, incluido el ámbito deportivo, donde algunos deportes han tomado acciones contra los atletas ruso y bielorrusos.

Un conflicto que se mezcla con el deporte

Sin embargo hay otros como el tenis profesional que no han tomado medidas contra los deportistas, lo que está provocando cierta tensión en determinados encuentros. Esto precisamente en lo que pasó en el encuentro de primera ronda del torneo de Roland Garros que enfrentó a la bielorrusa Aryna Sabalenka, número 2 del mundo, contra la ucraniana Marta Kostyuk, que tras perder el partido se negó a saludar a su rival, llevándose el abucheo de la grada.

Marta Kostyuk niega el saluda a Aryna Sabalenka
Marta Kostyuk niega el saluda a Aryna Sabalenka

 

Sabalenka, que en la previa ya lamentaba que se mezclara política y deporte, comentó lo sucedido, “Si Kostyuk me odia, no puedo hacer nada al respecto. Si dan la mano a rusos y bielorrusos, luego les llegarán muchos mensajes desde su país. Entiendo por qué no lo hacen", comentaba Aryna”.

Y luego explicó la situación de los atletas rusos y bielorrusos sobre el conflicto, “Nadie en este mundo, ni atletas rusos o bielorrusos, apoyan la guerra. ¿Cómo podríamos? La gente normal nunca lo apoyará”. “¿Por qué tenemos que gritar y decir eso? Si pudiera afectar de alguna manera la guerra, si pudiera detenerla, lo haríamos. Pero desafortunadamente, no está en nuestras manos”, agregó.

Estas palabras tuvieron después respuesta por parte de la ucraniana Kostyuk, “Que diga con quién va. Yo nunca he dicho que la odie, pero evidentemente no la respeto. Han pasado 15 meses desde que empezó todo y ningún ruso o bielorruso se ha interesado por mi situación”. No es la primera, ni tiene pinta de ser la última vez que vamos a ver estos gestos en el circuito, al menos mientras dure el conflicto.