¿Cuántos sombreros ha llegado a tener Isabel II?

Te sorprenderá la cantidad de sombreros que ha llegado a lucir la Reina Isabel II

B.J.
31 de Diciembre de 2022
Reina Isabel II
Reina Isabel II

La reina Isabel II falleció a los 96 años en el palacio de Balmoral el pasado 8 de septiembre. Y ya se encuentra enterrada junto a su marido, el duque de Edimburgo, en la capilla del Rey Jorge VI en el castillo de Windsor, después de la celebración en Londres del funeral de Estado, en la Abadía de Westminster. La reina se ha convertido en la monarca con más décadas en un trono, siete en total. Y ha sido la jefa de estado más longeva del mundo.

Algunos de los sombreros de la Reina Isabel II
Algunos de los sombreros de la Reina Isabel II

 

El lenguaje de los sombreros

En todo ese reinado, una de las prendas más icónicas de la monarca fueron sus sombreros. La reina Isabel II utilizó alrededor de cinco mil sombreros desde su más tierna infancia hasta su muerte y fueron un diccionario visual de su reinado. Como afirma el historiador Robert Lacey, los sombreros reales siguen siendo “un sustituto de la Corona”. Algunos de ellos, por ejemplo, insuflaron ánimo a los ingleses en momentos delicados; otros, en cambio, ayudaron a resquebrajar convenciones anticuadas; y todos, en general, permitieron la entrada de bocanadas de aire fresco en la monarquía británica.

Simbólicamente, la función del sombrero era garantizar la visibilidad de la Corona con la pompa y solemnidad necesarias. Dado que las mujeres no llevaban sombrero en la vida real desde la década de 1940, Isabel II aprovechó cada oportunidad que tuvo para dar rienda suelta a su teatralidad y enviar mensajes cifrados a los ingleses desde, prácticamente, el día de su coronación, el 2 de junio de 1953.

Isabel II lucía sombrero en sus actos oficiales al aire libre, incluso en las “garden parties”. En el libro Isabel II. Los sombreros de la Corona, obra de Thomas Pernette, se cuenta que “Sus sombreros  cumplían con una estricta lista de requisitos: tenían que permitirle ser vista desde lejos por el mayor número posible de personas. Por esta razón, solían ser de colores vivos, como sus atuendos. No debían ser ni muy altos, ni muy grandes, para que no le molestasen al bajar del coche. Y, desde luego, no debían taparle la cara”.

Durante su mandato, una pregunta recurrente acompañaba cada aparición de la reina Elizabeth II, o Lilibeth, como la llamaba su madre. ¿Qué sombrero llevará? ¿Un tocado bretón? ¿Tal vez una boina con cascabeles? ¿Quizá un tricornio? ¿Acaso uno de sus sombreros con flores?

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