El 1 de junio de 2019, con tan sólo 35 años, fallecía tristemente el jugador por aquel entonces del Extremadura, el utrerano José Antonio Reyes. Lo hacía al salirse su coche de la calzada tras el reventón de una rueda y se incendiase.
La prematura muerte del exfutbolista del Sevilla, Real Madrid, Atlético de Madrid, Arsenal, Espanyol, Córdoba y Extremadura impidió que Reyes dejase testamento a su familia. Por ello, sus bienes, un total de 18 propiedades, pasaron inmediatamente a sus hijos, aunque al ser menores de edad la responsable legal es su viuda, Noelia López.
Un patrimonio con trampa
Al parecer, Reyes tenía dos grandes firmas en las que englobaba su patrimonio inmobiliario: Marotiri SL y José Antonio Reyes SL. Una gran parte de su patrimonio estaba puesto a nombre de la primera, activos que no compró de golpe sino que lo hizo a través de financiaciones. Al no poder hacer frente la familia a todos los pagos de las hipotecas, su acreedor, Renlac Capital, inició un procedimiento de ejecución hipotecaria, reclamando más de 435.000 euros.
Ha sido el programa de “Y ahora Sonsoles”, quien ha desvelado que como consecuencia de esos impagos, tres de esas propiedades han sido embargadas y saldrán a subasta el próximo 26 de junio. Entre ellas se encuentran la casa de la familia de Reyes en Utrera, donde viven sus padres y su hermano, valorada en 300.000 euros y la casa familiar donde viven su mujer y sus dos hijas. “Están muy preocupados tratando de averiguar qué va a pasar con ellos y en contacto permanente con los abogados. Dicen que no saben nada ni en qué momento los van a echar de aquí", revelan desde el programa de Sonsoles Ónega.
No serían estos los primeros inmuebles de Reyes que resultan embargados. Ya habrían sido incluso subastados con más o menos éxito, un adosado y un piso en Utrera, un chalet en Boadilla del Monte, valorado en 3,65 millones, un apartamento en Chipiona, tasado en 135.000 euros y siete locales, de los 20 que tenía en Bormujos (Sevilla). La totalidad de las propiedades de Reyes estarían valoradas en 5.634.000 euros, y poco a poco las están perdiendo por la mala gestión.