El magnate Elon Musk no gana para disgustos en los últimos tiempos, y lo cierto es que todos los golpes que está cosechando son fruto de una arriesgada operación que realizó, la compra de la compañía del pajarito azul, Twitter.
Un negocio del que se arrepiente
El empresario, que también está a cargo del fabricante de automóviles Tesla y de la compañía SpaceX, compró la red social por 44.000 millones de dólares en octubre pasado, y lo hizo en parte con la venta de acciones de Tesla, lo que ayudó a asustar a los inversores.
Según ha confesado el magnate en una entrevista a la BBC, la compra de Twitter no ha sido tan buena como esperaba e incluso reconoce que ha sido "bastante dolorosa" y estresante. El multimillonario ha subrayado que "el alcance del dolor ha sido altísimo", señalando que una de sus razones fue tener que reducir la plantilla de 8.000 a 1.500 empleados. Una rebaja del 80% que le supuso muchas críticas, pero que aseguraba ser la única forma de que la compañía resistiese a la crisis que atraviesa.
Lo cierto es que parece que la situación actual de la compañía del pajarito parece estar estabilizándose y que los inversores están volviendo, aunque el empresario reconoce que la carga de trabajo está siendo excesivamente alta para poder reflotar el barco.
Por otro lado la decisión de comprar Twitter tuvo daños colaterales para el dueño de SpaceX. Elon Musk era el hombre más rico del planeta antes de la compra de la red social. Pero la caída de las acciones de Tesla, con las que financió en parte la compra, supuso una pérdida patrimonial muy importante que le ha desbancado del primer puesto del ranking, en favor del magnate francés de lujo Bernard Arnault, jefe del gigante de artículos de lujo LVMH.
Según la revista Forbes, Musk ha perdido en un año 39.000 millones de dólares, lo que explica su caída. Sin embargo parece cierto eso de que Twitter empieza a recuperarse y que los inversores están volviendo, ya que según el índice de multimillonarios de Bloomberg, Musk está cerca de recuperar el trono gracias a la subida de las acciones de Tesla, que parece se están recuperando de la venta masiva del año pasado.