¿Dónde vive Joaquín Sabina?

El cantante Joaquín Sabina tiene una casa en Madrid llena de la personalidad del artista

Joaquín Sabina
Joaquín Sabina

Coleccionista por vocación, lector impenitente y apasionado de los toros. Así es el cantante Joaquín Sabina y así lo demuestra su piso en el Madrid más castizo: una casa llena de personalidad donde expone sus tesoros.

Joaquín Sabina en su casa de Madrid
Joaquín Sabina en su casa de Madrid

 

Decía Joaquín a la revista AD en 2008, que "buscaba casa en esta zona porque siempre he vivido alrededor de Latina y Lavapiés, y no quería moverme del barrio. Me gustan sus mercados, sus teatros, y ese aroma turbio a mestizaje y bares alternativos” Joaquín y Jimena, su compañera, encontraron un esquinazo de más de 300 metros pero surgió la oportunidad de comprar el piso de arriba. “Lo nuestro fue una expansión –decía Sabina–, dejamos el estudio de grabación abajo, unimos las dos plantas mediante una escalera, e iniciamos la reforma de la nueva adquisición”.

Joaquín y su compañera Jimena, tiraron tabiques abajo y dejaron un espacio casi circular en el que las habitaciones tienen conexión visual entre ellas y la luz gira sin barreras alrededor de la casa. En cuanto se fueron las decoradoras, Joaquín comenzó a llenar la casa con sus “bibelots”.

Un exceso ordenado

Su casa es como él, un exceso ordenado. Si algo pudiera definirla, sería la palabra coleccionismo. Sabina atesora de todo: relojes, muñecas y frascos de farmacia antiguos, juguetes de hojalata, vírgenes, instrumentos de música, alamares, capotes de toreros...: «Tengo espíritu de chamarilero, me gusta coleccionar objetos que a menudo no tienen ningún valor, pero sí alma». Confesaba en otro reportaje para Elle Decor.

Sin embargo, lo que más le enorgullece son sus libros. Una cuidada biblioteca catalogada de cabo a rabo reviste todas las paredes de la vivienda: «A estas alturas de mi vida, soy también mejor lector que compositor. Ayer llegué a las cuatro de la mañana, y me puse a leer a Quevedo y luego a componer».

Su pasión por los toros se refleja claramente en su piso: la mesa de centro donde suele trabajar es un capote de Manolete con un cristal por encima para protegerlo. Joaquín Sabina tiene otro capote, éste de José Tomás, en la mesa de comedor.

 

Archivado en: