Violeta Mangriñán ha vetado un ingrediente de su dieta desde que se quedó embarazada

La influencer valenciana Violeta Mangriñán ha tenido que olvidarse de una comida que le encantaba

B.J.
26 de Octubre de 2022
Violeta Mangriñán
Violeta Mangriñán

El pasado 31 de julio, nació Gala, la hija de Violeta Mangriñán y su pareja Fabio Colloricchio. La influencer tuvo un parto bastante bueno como ella misma ha admitido “Me dieron medicación, hizo efecto y, en cuanto empecé a empujar, a los 30 minutos nació Gala. 9.39 pm, parto vaginal, ni un solo punto ni desgarro. De hecho, di a luz tumbada de lado hacia la derecha, muy cómoda. Un parto muy bueno, según el equipo médico", ha contado.

Ahora que ha ya está en el mundo Gala, la influencer se dedica a subir fotos a Instagram comentando el día a día de la pareja con la pequeña, y de cómo su cuerpo está poco a poco volviendo a ser el que era, "Subí  12,5 kilos en el embarazo y he perdido 8,5 en 9 días sin hacer nada, pesaba 62,5 y ahora peso 54. Me siguen quedando 4 para volver al peso que tenía antes de estar embarazada.”, ha explicado.

Violeta Mangriñán y su hija Gala
Violeta Mangriñán y su hija Gala

 

No los puede ni oler

Una de las cosas que ha compartido y que ha llamado la atención, es que durante el embarazo hubo una comida, que a la valencia le encantaba y que ahora no puede ni oler. Se trata de los berberechos, los ha tenido que dejar de comer porque ahora le provocan angustia, "Sabéis de sobras que yo era adicta no, lo siguiente. Hoy he abierto una lata que compré el otro día, lo he vuelto a intentar y definitivamente les he cogido asco", escribe en los Instagram.

Los trastornos alimentarios tras el embarazo son habituales y no es extraño aborrecer de repente una comida en concreto, aunque fuera una de tus preferidas con anterioridad. En el caso de la influencer es una pena que deje de lado los berberechos, ya que estos bivalvos son un alimento repleto de beneficios.

Los expertos aseguran que los berberechos son ricos en hierro de origen animal (que se absorbe mucho mejor que el vegetal). Así, 100 gramos de estos bivalvos te proporcionan el mismo hierro que 1,2 kilos de carne roja y muchas menos calorías (y grasas). Además si se toman combinados con vitamina C el hierro se absorbe mejor, lo que les hace idóneos para superar la astenia otoñal y recuperar la energía.

 

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