En la tercera edición de la Isla de las Tentaciones destacó Lucía Sánchez, quien participó junto a su por entonces pareja, Manuel Rodríguez, pero su relación acabó en mitad del concurso. La gaditana se ganó el cariño del público, sobre todo tras soltar la expresión: "Manué, la manita relajá", que se convirtió en historia de la televisión española.
En el concurso conoció a Isaac, el tentador de su amiga Marina, y lo que empezó como una bonita amistad, terminó con una relación amorosa. Su relación ha estado llena de altibajos, pero fruto de su amor nació Mía, la primera hija de ambos. Precisamente hace unos días nos contaba en su canal de MtMad que planeaba realizar un viaje a Londres con ella.
Los problemas de Lucía
Ahora Lucía vuelve de nuevo a su canal para contarnos los problemas que está teniendo con la organización del bautizo de su hija. Y es que según cuenta se está encontrando con un sinfín de problemas que tienen a la andaluza completamente desmoralizada y con ganas de tirar la toalla y no celebrar el evento.
Con la fecha a la vuelta de la esquina y cerca de 80 invitados, aún no tiene lugar de celebraciones, y se está encontrando con unas exigencias y precios abusivos que le están haciéndose pensar si no resultaría mejor hacer algo más íntimo, "Me frustra y agobia esta situación", dice. Incluso ha llegado a contar como se enfrentó a un lugar de celebraciones ya que ha contado que se está llegando a "sentir engañada" y que no va a tolerar según qué situaciones y requisitos de exclusividad que se le están pidiendo.
Por otro lado ha contado los problemas de tensión que le genera volver a ver a la familia de su ex pareja Isaac Torres. Aunque la influencer acaba por reconocer que todos esos problemas no le arruinaran ese día tan especial de su hija, y que no reparará en ciertos gastos para la ocasión como en el vestido de ella y el de Mía que serán de diseñador.