Nicole Kidman y su carrusel de operaciones: cambio radical

Así ha cambiado el rostro de la actriz australiana Nicole Kidman tras someterse a multitud de operaciones

Nicole Kidman
Nicole Kidman

A pesar de no estar nominada en alguna categoría para los premios Oscar, Nicole Kidman ha acudido a la gala y se ha paseado por la alfombra "champagne", acompañada de su marido Keith Urban. La actriz australiana ha deslumbrado con su vestido negro de lentejuelas de Giorgio Armani, pero también con su nuevo retoque estético más que evidente en su cara.

A sus 55, la ex de Tom Cruise, se ha dejado la cara sin ninguna arruga pero de una manera aseada, sin tener una cara inflada como otras operadas con inyecciones de ácido hialurónico. Y es que a lo largo de los años, el miedo a envejecer ha llevado a la australiana a pasar varias veces por el quirófano y abusar del bótox, algo que ella misma ha reconocido en alguna ocasión, y que le afectó significativamente en su carrera profesional al dificultarle realizar los rasgos de expresión.

Los cambios de Nicole Kidman
Los cambios de Nicole Kidman

 

Los cambios en su rostro

Gracias al éxito de ‘Big Little Lies’ ha recuperado su rol de peso pesado de la interpretación y su belleza vuelve a ser envidiable. Pero lo cierto es que de la Nicole de los 80 poco queda. Según el doctor Leo Cerrud para Vanitatis, “En las fotos de antes vemos a una joven natural, de piel complicada, pelo difícil, cara muy cuadrada, la boca demasiado pequeña, los dientes grises, desproporcionados e irregulares y sonrisa gingival”, con el paso de los años, el rostro de Nicole fue perdiendo esa expresión infantil y redondez.

Su operación de nariz no fue demasiado acertada, ya que los expertos aseguran que le dejaron una nariz demasiado pequeña y poco natural, demasiado fina para sus rasgos. Otro aspecto que ha modificado con el paso de los años ha sido su piel, el rostro de Nicole no solo está impoluto, sin ningún tipo de mancha, si no que parece casi translúcida, fruto de los tratamientos de fotoprotección, despigmentantes, bioestimulantes y antioxidantes.

Otra cambio significativo tiene que ver con su óvalo facial, que si en su juventud era cuadrado y redondeado en los ángulos, ahora su forma es la de un diamante, afilada en la barbilla, lo que puede ser fruto de una bichectomía, lifting facial o mentoplastia. Otras operaciones a las que se habría sometido la australiana para lucir como está ahora serían, un implante de pómulos, una blefaroplastia, intervención que retira el exceso de piel de los párpados y la inyección de ácido hialurónico en los labios.