Kim Kardashian sabe cómo ser el centro de la noticia. Hace unos años formó un escándalo mundial al publicar en la red social 'Snapchat' un vídeo de su entonces esposo, Kanye West, hablando por teléfono con Taylor Swift.
Ambos conversaban sobre la letra de la canción 'Famous', en el que el rapero suelta alguna que otra frase subida de tono: "Siento como que Taylor y yo podríamos aún tener sexo ¿Por qué? Porque yo hice famoso a esa b**ch", cantaba.
A pesar de la dureza de las palabras, en el vídeo que colgó Kim Kardashian se escuchaba a Taylor Swift dando su aprobación para publicar la canción. Ella antes lo había desmentido por completo asegurando que "nunca fue puesta en aviso" y que "advirtió a Kanye sobre la letra por incluir frases con contenido misógino".
Pena de prisión
Después de todo este lío, la cantante amenazó a Kim Kardashian con una denuncia por filtrar una conversación privada. En el estado de California es delito grabar o compartir comunicaciones confidenciales sin el consentimiento de las personas involucradas. El código penal estima para estos casos un año de prisión.
Al final todo fue olvidándose con el paso del tiempo y la cosa no fue a más. Taylor Swift siguió su vida y, años después, Kanye West y Kim Kardashian acabaron viviendo un tormentoso divorcio. Esta es la historia de cómo la celebrity de moda pudo acabar entre rejas.