En unas declaraciones de Xavi en rueda de prensa la semana pasada, el técnico del Barça ligaba el éxito o el fracaso del equipo la próxima temporada al acierto en la contratación del sustituto de Busquets. Es por esto que tanto Laporta como Mateu Alemany se están moviendo en el mercado para contratar a ese jugador que supla en el pivote al capitán culé.
Todo esto depende del plan de viabilidad que el Barça ha presentado ante LaLiga para poder acogerse en el mercado de verano a la regla uno/uno, es decir, poder invertir cada euro que se recaude en la venta de jugadores y ahorro de salarios y amortizaciones. De conseguirlo, el club azulgrana podrá acudir al mercado con más garantías.
El nombre que está sonando con fuerza en Inglaterra para ser el próximo centrocampista del FC Barcelona es el jugador del Newcastle, Bruno Guimarães, que este año ha conseguido junto a sus compañeros clasificar al equipo inglés para la próxima edición de la Champions League, competición que podría no jugar el equipo catalán si se confirma la posible sanción de la UEFA.
La cantidad que estaría dispuesto a poner el club azulgrana encima de la mesa para hacerse con los servicios del jugador brasileño, según The Sunday Times, son 100 millones de euros, algo que visto la situación financiera del club catalán parece una auténtica barbaridad, pero Laporta ya nos tiene acostumbrados a este tipo de cosas.
Nada sorprende ya de un Laporta desbocado que aprobó la financiación del Espai Barça saltándose a la torera el acuerdo asambleario alcanzado con la aprobación de los socios.