Con el reciente robo con agresión sufrido por Aubameyang precedido al de hace dos semanas a Samu Castillejo, ya suman dos robos en tres jornadas de competición y sigue en aumento la tendencia que atemorizaba la temporada pasada a los jugadores de LaLiga.
El Real Madrid y el FC Barcelona han sido los dos principales clubs en sufrir estas consecuencias. La metodología aprovechada por los ladrones suele basarse en aprovechar el conocimiento del calendario que seguirán los jugadores. En muchos casos, si los jugadores juegan con su equipo como local, la familia suele acudir al estadio, lo que suele ser una oportunidad para los ladrones de entrar en su casa sabiendo que estará vacía durante dos horas.
Hay casos, como el de Jordi Alba, que la banda aprovecha que el jugador juega fuera de casa para entrar en la casa. En este caso el lateral se encontraba en Milán para disputar un partido de Champions, y los ladrones entraron en su casa para robar en la planta baja mientras la familia del defensa del Barça se encontraba durmiendo.
Mucho peor lo pasó la novia de Fede Valverde, que fue drogada para que no pudiese impedir el robo en su casa de verano. “Los de la inmobiliaria nos dijeron que la comida podía estar envenenada por el chef, así que nos llevaron al hospital a hacernos análisis de sustancias”, confesó Mina Bonino en su Instagram tras ser desvalijada de 10.000€ en metálico.
Estas bandas, en mayor parte conformada por personas del Este europeo, usan las redes sociales de los jugadores en su contra. Son muchos los equipos de LaLiga los que han pedido a su plantilla que no publiquen fotos de su casa, su localización, sus objetos de valor, si se han ido de vacaciones,... toda esta información es captada por los criminales y les ayuda a saber cómo y cuándo actuar.