El tiempo pasa para todos, incluso para el Santiago Bernabéu. Es por ello que Florentino Pérez quiso dar un paso adelante y modernizar un estadio que se inauguró en el año 1947. La cuenta atrás para que el templo blanco muestre su renovada imagen está muy cerca de hacerse realidad cuyas obras comenzaron en el 2019.
En su presentación, el presidente del Real Madrid aseguró que se convertiría en "el mejor estadio del mundo".
Entre sus innovaciones, el Santiago Bernabéu contará con césped mecanizado, y a través de raíles y bandejas portátiles en el terreno y gracias a unos sistemas hidráulicos, se podrán subir y bajar las lonas de césped para preservarlo cuando el fin del estadio no sea el de jugar a fútbol.
También tendrá una cubierta fija y otra retráctil con cojines neumáticos, que será capaz de cerrarse y abrirse en una operación automática y durará aproximadamente 15 minutos para el guiado y 20 minutos para el inflado completo.
Uno de los puntos fuertes del proyecto es el videomarcador de 360º con tecnología de vídeo LED que hará del estadio un espectáculo visual y acústico.
Transformaciones que ya son visibles
En el fondo sur se ha instalado otra de las innovaciones que más beneficios aportará al club. Se trata de una grada abatible que se podrá levantar para ganar más de 1.300 metros cuadrados que podrán usarse en aumentar el aforo en la realización de eventos.
Además, hace tan solo unas semanas, el estadio del real Madrid ya presentaba en un sector asientos azules y escaleras plateadas. Con este color se ha dicho adiós al naranja, el tono que siempre ha identificado al Santiago Bernabéu durante todos estos años.
El nuevo estadio del Real Madrid sorprenderá con un aparcamiento subterráneo con una capacidad para 1115 vehículos y un túnel logístico. En el futuro, contará incluso con un muelle específico para drones para aquellos productos que lleguen vía aérea.