Después de la euforia por la remontada en el miniclásico, el Real Madrid Castilla vuelve a la realidad para conseguir que el sueño de volver a Segunda División sea una realidad. El filial blanco ha tenido problemas cuando ha coqueteado con alcanzar el objetivo esta temporada: en la jornada 33 pudo aprovechar el pinchazo del Alcorcón para ponerse líder del Grupo I de Primera RFEF, pero cayó en Salamanca ante Unionistas.
Aun así, le dio para entrar en semifinales del playoff, donde pagó una empanada de cuatro minutos en la ida del Johan Cruyff ante el Barça Atlètic para salir derrotado por 4-2.
El pecado del Castilla es la indolencia, pero su virtud es la que emana del escudo: la resistencia, esa con la que endosó un 3-0 al eterno rival en el Di Stéfano para meterse en la final, donde espera uno de los cocos de la categoría: el CD Eldense.
CD Eldense
El equipo levantino se convirtió en 2021 en Sociedad Anónima Deportiva y pasó a manos de Pascual Pérez, eldense detrás de Finetwork, operadora de telecomunicaciones con fuertes lazos de patrocinio en el deporte: las Selecciones españolas de fútbol y baloncesto, MotoGP, Fernando Alonso, el Betis... y el Eldense, el proyecto más personal de su dueño y presidente.
El Finetwork Arena es de momento un sueño. Lo que espera en Elda el domingo 25 es un Nuevo Pepico Amat a presión que requiere de los chicos de Raúl un resultado confortable desde el que resistir en la vuelta. El Eldense se ha mostrado frágil fuera de casa esta temporada, mientras que en su estadio no sabe lo que es perder. El técnico del Castilla se apoyará en el once que logró la remontada ante el Barça, posiblemente con la entrada de su máximo goleador, Sergio Arribas (19 tantos), que aún no está en plenitud, pero sí en forma para echar el resto; el perjudicado puede ser Álvaro Martín. Por su parte, Fernando Estévez desplazó a toda la plantilla a Madrid y se refugiará en el filo que aporta su cuarteto de atacantes: entre Soberón, Nieto, Juanto Ortuño y Montes suman 36 dianas esta temporada.