El estadio Lluís Companys tendrá capacidad máxima para 49.472 espectadores, la mitad que el Camp Nou. Esto traerá muchos problemas al FC Barcelona a la hora de la renovación de los abonos, ya que todos los abonados del Barça no tienen cabida en el estadio elegido para disputar los encuentros de casa, hasta que se concluya la remodelación del estadio culé.
Sólo se reservarán 27.385 asientos para los abonados, lo que implica que la mayoría se quedarán sin su abono de cara a la próxima temporada. Lo cierto es que muchos de ellos han mostrado su disconformidad con la medida que ha tomado la directiva del Barça, y con la subida de precios de los mismos. Esto indica que 22.000 entradas estarán dedicadas a compromisos del club y a la venta del público en general.
La vicepresidenta institucional del club, ha informado de que 40.103 asientos de Montjüic tendrán visibilidad total y 9.369 la tendrán parcial. Otro problema más a la hora de poder presenciar en directo los partidos de los de Xavi. Por no hablar de los problemas de accesibilidad que harán más incómodo el poder asistir a los partidos del Barça.
Los abonados deberán apuntarse a cada partido, y si el número de los mismos excede el aforo, se hará un sorteo, aunque desde el propio club se cree que en contados partidos se agotarán las localidades para abonados.
Sólo uno de cada tres socios, tenía intención de renovar su abono según una encuesta realizada por el propio club. Antes de la pandemia, el club vendía en cada partido 27.000 localidades a turistas, y tras ella las cifras se han ido pareciendo cada vez más a esas fechas, por lo que se quieren reservar muchos asientos destinados a este tipo de público.