La cara de Gerard Piqué muestra que no está acostumbrado a viajar en un avión repleto de gente. El medio En Blau, coincidió con él en un viaje a una ciudad europea que no era otra que Milán. Un viaje en Vueling, una compañía low cost, puede parecer extraño en un futbolista que varias veces ha presumido de su patrimonio, y que podría viajar perfectamente en un avión privado.
Piqué con gafas de sol y gorra, embarcó en un vuelo que se dirigía el jueves a las diez y media de la mañana a la capital de Lombardía. Su presencia no pasó desapercibida, ni tampoco su cara de pocos amigos y sus auriculares blancos en las orejas para que nadie le molestase.
Con una maleta a cuadros negra con sus iniciales G.P. depositada en su lugar, se sentó con sus casi dos metros de estatura en uno de los estrechos asientos de los aviones de esta compañía, en una situación en que se le ha visto muy pocas veces desde que se convirtió en futbolista profesional.
El ex de Shakira viajaba completamente solo, se dirigía a Milán quizás con la intención de exportar la Kings League a Italia. También hay que recordar que ha vendido los derechos televisivos de esa competición a Telecinco, es decir, a Mediaset, cuya sede se encuentra precisamente en Milán.
Tuvo tiempo de hacerse un selfie con un hombre calvo que inoportunamente se acercó a pedírselo, aunque con una cara de muy pocos amigos por parte de Piqué, que si no quiere pasar por esas situaciones tendrá que conseguir que Kosmos se haga con un avión privado que le permita viajar con mucha más comodidad.