Ona Carbonell es la gran protagonista de la generación que puso al deporte femenino español vanguardia mundial. La nadadora, doble medallista olímpica y múltiple mundial y europea, ha anunciado su retirada de la sincronizada en la sede del Comité Olímpico.
Próxima a cumplir 33 años, Carbonell había abandonado la competición tras disputar los Juegos Olímpicos de Tokio, al quedarse embarazada de su segundo hijo y ahora da el paso definitivo.
La catalana cuelga el bañador con el honor de ser la nadadora con más medallas mundiales de todos los tiempos: 23 en natación artística. Además, se marcha con dos medallas olímpicas, plata en duo y bronce en equipo, las dos en Londres 2012 y con 12 medallas europeas. Desde el nacimiento de su primer hijo, se ha convertido en abanderada de la conciliación entre la maternidad y el deporte de élite.
"Hoy dejo de ser una de las 'niñas' de sincro", comenzó su largo adiós que quiso leer, dirigiéndose en primer lugar a sus compañeras de la selección.
"La retirada del deporte siempre es difícil cuando no traumático. Me siento afortunada y agradecida. Anunciar la retirada me llena de mil emociones, lo hago de forma serena, meditada y agradecida. El motivo por el que me retiro es que llevo 23 años en la sincro, 18 en la élite. Desde los 14 llevo en el CAR de Sant Cugat y en el equipo nacional. La sincro ha sido el espacio donde he socializado, pero también he conocido el dolor físico y mental pero también me ha enseñado humildad, el valor del esfuerzo y el compañerismo, además de respeto y apoyo mutuo", recordó.