Murió por sobredosis de fármacos: la triste historia de George Best

El alcohol y los fármacos acabaron con el mítico futbolista George Best, el Quinto Beatle

George Best
George Best

Un frío 25 de noviembre de 2005, saltaba la triste noticia: George Best, uno de los jugadores más carismáticos de todos los tiempos, fallecía a los 59 años. El norirlandés se convirtió en uno de los grandes referentes de los sesenta y setenta: no solo llegó a ser uno de los grandes extremos de la historia del fútbol, sino que su carácter extrovertido e irónico pronto le convirtió en un icono de masas, cuya leyenda se vio alimentada aún más por su temprana muerte.

Conocido como 'el quinto Beatle' por su estética rompedora y poco convencional, Best pronto se convirtió en un verdadero fenómeno de masas. Nacido en una familia humilde y forjado a sí mismo por necesidad. A los 15 años le cambió la vida por completo: no solo iba a ficharle el Manchester United, sino que iba a comenzar su coqueteo con el alcohol. Solo dos años más tarde, Best debutaba en el primer equipo de los 'red devils'.

Estreno de Best en el Manchester United
Estreno de Best en el Manchester United

 

Mientras brillaba en el terreno de juego, fuera de él seguía más enganchado a la bebida que nunca. Fruto de esos excesos son dos de sus frases más conocidas: "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol, fueron los peores 20 minutos de mi vida" y "He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y automóviles... el resto lo he desperdiciado". Pese a ser un brutal talento en lo deportivo, pronto empezó a pagar sus excesos y, con 28 años, empezó a decaer enormemente su rendimiento deportivo, lo que provocó su salida del United y el comienzo de su caída a los infiernos.

Un trasplante que no supo cuidar

Como consecuencia de estos excesos, en el año 2002 debió someterse a un trasplante de hígado. A partir de ese momento, Best se vio obligado a tomar fármacos inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano. Pero el gran problema del norirlandés estaba claro: pese al trasplante, no dejó de beber.

«No mueran como yo», dijo antes de fallecer. Después de cinco afecciones por cirrosis y un trasplante de hígado, murió por una sobredosis de fármacos inmunosupresores, pero lo que mermó toda su vida fue la bebida. “He dejado de beber, pero sólo cuando duermo”, solía decir. Rockstar en la vida real y en las canchas, fue uno de los jugadores más extraordinarios que ha dado el fútbol europeo pero acabó totalmente arruinado.

 

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