Tras el cierre de Barça TV que comporta el despido de 150 trabajadores, el agresivo plan de ahorro y recorte del club tiene muy preocupados a muchos de sus empleados, que ven como cada viernes se está despidiendo a gente y temen ser los próximos. Son muy pocos los trabajadores del club que tienen la total certeza de que van a continuar la siguiente temporada en el Barcelona.
En primer lugar, Laporta intentará conseguir muchos millones de euros con ventas de jugadores de la primera plantilla, como son los casos de Ansu Fati, Raphinha o Frank Kessié, que se encuentran en la rampa de salida si un club pone el dinero suficiente para poder llevárselos, lo que sería una bocanada de aire fresco en las arcas del club azulgrana.
Habrá un recorte en las secciones profesionales del club de un 15%, si ahora el Barça está gastando 108 millones de euros anuales en esta partida presupuestaria, se prevé que esa cifra pase a ser de 90 millones tras el recorte que se tiene previsto llevar a cabo.
Se prevé lograr una reducción de 116 millones en la masa salarial, y eso pasa por traspasos de jugadores y recortes de personal, lo que ha instalado el pánico en las oficinas de Can Barça.
El club no se andará con miramientos y recortará lo necesario para cumplir con el plan de viabilidad que exige LaLiga, para poder invertir cada euro que se consiga en el próximo mercado de fichajes, de los contrario se aplicaría la regla del 40%, que obligaría a invertir ese porcentaje de lo recaudado en fichajes, no pudiendo excederse bajo ningún motivo. El Barça ya se ha cargado a gente como Toni Ruiz, David Saura, Ketty Calatayud y José Manuel Lázaro, del departamento de comunicación y todo apunta a que será un suma y sigue las próximas semanas.