Jordi Évole es una persona tan transparente que es capaz de encandilar al Papa Francisco sin pisar una iglesia. Alguien tan transversal que es capaz de romper esquema. Es decir, es un cigarrillo sin filtro y un soplo de aire freso en el mundo del periodismo.
El periodista es un fiel aficionado al fútbol, especialmente del FC Barcelona. Para él, solo el fútbol consigue provocarle ese delirio que puede provocar un gol. Pero no solo le ha pasado con el equipo culé, sino también con la selección española.
Al ser culé, era inevitable una reflexión relacionada con el 'Caso Negreira'. Jordi considera que "lo que hay que hacer es investigar hasta el final, caiga quien caiga. Si nos tenemos que ir a jugar a Segunda un tiempo, pues a Segunda que nos vamos y ya está. Y si no jugamos la Champions League, pues no se juega".
El periodista cree que este tema se trata de una negligencia dado que el club ha tenido unos dirigientes corruptos e ineptos. Y que, si de verdad se demuestra todo en un tribunal, "habrá que apechugar con lo que venga".
También reflexionó que en esta trama, tiene que haber, al menos, un capítulo más, en el que se descubra dónde fueron a parar esos millones de euros: "que aparezca un árbitro, dos o tres, y que digan que 'a mí el señor Negreira me pagó'".
Pero, a pesar de toda esta polémica, Jordi Évole asegura que, pase lo que pase, nada hará cambiar su relación sentimental con el Barça.