Rafael Nadal y Mery Perelló decidieron dar un paso en su matrimonio tras dar la bienvenida a Rafael, el primer hijo en común de ambos. Eso sí, no fue un proceso fácil, ya que los meses previos estuvieron protagonizados por las complicaciones que sufrió la esposa del tenista durante la gestación, que incluso la obligaron a estar ingresada en una clínica privada de Palma de Mallorca una vez superadas las 30 semanas del embarazo.
De hecho, en su momento, el balear pidió calma a los periodistas frente el revuelo que se ha generado: “Necesito volver a casa. Tengo cosas más importantes que atender que el tenis. Ahora es momento de tener mi primer hijo y confiar en que todo salga bien”.
El tenista ha reconocido públicamente que ha pasado momentos muy complicados, puesto que en estos momentos duros de su familia se encontraba en Argentina con motivo de la gira que va a realizar por varios países sudamericanos como Chile, Brasil, Ecuador o Colombia.
"He pasado momentos difíciles"
El balear ha desvelado que los meses previos a la llegada de Rafael fueron momentos “complicados”, ya que la incertidumbre por el estado de salud de su esposa. “He pasado momentos difíciles físicos y momentos complicados en el embarazo de mi esposa”.
El hecho de que sea padre le ha afectado a su calendario en su agenda deportiva, debido a que su situación personal y familiar ha cambiado por completo.