Jugar en el Real Madrid es jugar en otra dimensión. Eso es una realidad que le choca a todos los jugadores que deciden emprender una nueva aventura en el Santiago Bernabéu.
El club blanco siempre firma un mínimo de los 50% de derechos de imagen para blindarse en caso de que algún futbolista sea una máquina de marketing y de hacer billetes, de forma inesperada y repentina.
Es justo lo que ha sucedido con Eduardo Camavinga, tal y como explican fuentes de la entidad madridista a Chafarderias.com. Nadie abonaba ni un euro a que el mediocentro francés sería uno de los que más dinero generan lejos del campo, pero es lo que está sucediendo. Acaba de ampliar su contrato con Nike, hace un par de semanas, y la marca ya le da un rol protagonista.
Sin techo
Nike le da paso, al igual que Ancelotti, y Camavinga responde en el césped. Cada vez empieza a atraer más marcas y su nivel publicitario está al alza de forma muy sorprendente. Ya es uno de los grandes estandartes de la empresa estadounidense y no se le avista techo.
Camavinga hace alucinar al madridismo con sus polivalentes actuaciones por todo el campo y, de igual manera, también lo hace a nivel publicitario a sus apenas 20 años recién cumplidos en el pasado mes de noviembre.
