Tras renunciar a marcharse al Aston Villa, a Mateu Alemany le espera un duro trabajo durante todo el verano, pero ya tiene un desafío para el 30 de junio.
Antes de esa fecha está obligado a hacer una venta de un jugador por una buena suma de dinero, que permita a la entidad azulgrana cuadrar los balances y equilibrar el presupuesto de esta temporada, para poder inscribir jugadores de cara a la siguiente que empieza el 1 de julio.
Las palancas evitaron que hubiese pérdidas este curso, y si no hay palancas las pérdidas en la temporada 2023-2024 son muy posibles. Por eso el Barça tiene un plan de viabilidad en marcha que supone tratar de ahorrar 220 millones de euros, para poder acogerse a la regla 1-1 en el mercado de fichajes del próximo verano, es decir, poder gastar en jugadores el mismo dinero que se ingresa. De lo contrario, tendrá que someterse a la del 40%, que limita a ese porcentaje la inversión en futbolistas de cara al mercado estival, de todo lo ingresado.
El primer reto que tiene el director de fútbol del Barcelona, es poder inscribir en LaLiga a los jugadores que fueron renovados recientemente por el club, los casos de Araújo, Gavi, Sergi Roberto, Marcos Alonso o Iñaki Peña. Para lo cual es necesario lo que comentábamos antes, poder hacer una buena venta que equilibre el presupuesto de esta temporada y poder acogerse a la regala 1-1.
Ferrán Torres, Raphinha, Frank Kessié o Ansu Fati, son los principales candidatos a ser traspasados para cumplir con lo anteriormente especificado.