Las máquinas ya están tirando abajo parte del Camp Nou para acometer la gran reforma que dará paso al nuevo concepto de estadio blaugrana y sus alrededores, el Espai Barça. El año que viene los culés tendrán que ver a su equipo en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuic.
En la mudanza temporal, el club perderá muchos ingresos por taquillaje, ya que el Camp Nou tiene una capacidad de 95.000 localidades, de las cuales 83.500 están destinadas a los socios del club, mientras que en Montjuic el aforo se reduce a tan sólo a 49.472 asientos de los cuales, únicamente 27.385 serán para sus abonados.
El problema con los abonados
En un principio la junta de Joan Laporta tomó la decisión de subir el precio de los abonos entre un 30 y 40%, una medida que supuso una oleada de críticas de los socios, que se sentían maltratados por el club, por lo que únicamente 6.000 retiraron en ese momento sus nuevos abonos. Laporta tuvo que dar marcha atrás, y tomaron la decisión de reducir el precio de los abonos, que finalmente saldrán casi un 25% menos que el precio de la temporada que acaba de terminar.
Con esta decisión, desde la cúpula directiva se estimaba que unos 27.000 socios llenarían las gradas de Montjuic. Sin embargo, según RAC1, tan sólo a falta de cinco días para que acabe el plazo, únicamente han renovado el abono 12.500 socios. Contando con los de última hora la cantidad podría llegar hasta los 15.000, lo que sin duda es una mala noticia para los gestores del club. El lunes podrán optar a un asiento aquellos que están en lista de espera para un pase de temporada en el Camp Nou, que podrán solicitarlo para acudir a Montjuic.
Lo cierto es que ni las previsiones más pesimistas podrían haber aventurado este rechazo de los socios culés a la mudanza a Montjuic. Luego las gradas se llenarán como siempre, y más con el escaso aforo, pero es preocupante el poco apoyo que tiene Laporta en este sentido.