Cristiano Ronaldo y Karim Benzema son las dos primeras estrellas mundiales que han aterrizado en Arabia Saudí, pero no serán las últimas. El gobierno del país árabe está dispuesto a gastarse más de 20.000 millones de euros en los próximos años para conseguir hacer una liga competitiva.
Cristiano Ronaldo y Benzema son los primeros en llegar a Arabia Saudí pero no serán los últimos
Los dos ex madridistas de 38 y 35 años, ya han tenido una larga y exitosa carrera en Europa, y a su edad se pueden permitir el lujo de abandonar las competiciones más potentes, primero porque ya lo han ganado todo y segundo, porque las ofertas que llegan desde el Arabia son absolutamente escandalosas.
Estamos hablando de sueldos de 100 o 200 millones de euros por temporada, imposibles de alcanzar por los clubes europeos. Por lo de ahora el gobierno saudí se ha fijado en este perfil de jugador, veterano con una brillante carrera en Europa en las dos últimas décadas que se dejan seducir por unas cantidades desorbitadas de dinero.
El problema llegará cuando las autoridades sauditas empiecen a tocar a las puertas de los mejores jugadores del mundo, momento en el cuál los clubes europeos pueden preocuparse porque de ninguna manera pueden acercarse a las cantidades que se manejan en Arabia.
Arabia dispuesta a gastarse lo que haga falta para organizar el Mundial de 2030
El motivo de esta repentina inversión de este país en este tipo de futbolistas, tiene como razón la voluntad del país árabe de organizar el Mundial de 2030, una vez que han visto como Catar había organizado el que se celebró los pasados meses de noviembre y diciembre.
Gente como Messi, Sergio Ramos, Modric o Gündogan ya han sido tentados por los petrodólares de esta liga, y todo apunta a que serán los primeros de muchos que recibirán ofertas prácticamente irrechazables de las autoridades del país.
Si la intención de esta gente es convertir su liga en la mejor del mundo, el fútbol europeo tendrá que tomar medidas muy serias para seguir siendo la referencia del fútbol mundial, entre ellas solicitar a la FIFA un Fair Play Financiero que imposibilite la barra libre que tiene a día de hoy el gobierno saudita para gastar lo que estime conveniente.