A pesar de que en los banquetes reales se suele servir platos como callos con chorizo picante, Felipe VI y doña Letizia, cuando están solos en casa, pueden seguir una dieta saludable, gracias a ella.
Y es que Letizia Ortiz es fan de la buena comida y, por ello, detesta los postres no naturales. Es más de preparar una macedonia o un flan casero al baño maría, que de comprar productos precongelados o bollería industrial. Es por eso que, en Zarzuela, ella pone los límites para su familia.
Solo una vez al año se acepta la bollería industrial: en el Día de Reyes. Su padre, Jesús Ortiz, es el encargado de llevar el pastel y esta tradición se conserva porque es uno de los momentos más especiales para la princesa Leonor.
No obstante, fuera de ese día, la reina no permite azúcares. Quiere lo mejor para sus hijas y es por eso que ni los buñuelos de calabaza ni los panetes de Jaén son admitidos en la Casa de SM El Rey.
La princesa de Asturias y de Girona es la persona más importante, en ella está el futuro del trono de España y quieren que llegue sana y salva cuando llegue el momento.