La noticia de la ruptura de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa sigue estando a la orden del día y es que hace unos días, nos enterábamos de que la pareja estuvo a punto de romper hace dos años. Y eso que el Nobel tenía planes de boda con la madre de Tamara Falcó: "Estamos muy bien como estamos, para qué vamos a estropearlo", justificaba ella siempre que la prensa le preguntaba por su compromiso con el escritor.
Fuentes aseguran que el motivo por el que la pareja quiso poner fin a su relación era, como dice la canción de Shakira, "la monotonía". No obstante, la Preysler decidió no abandonarle porque tenía miedo a que no fuera bien cuidado por su entorno.
Las cosas cambiaron totalmente en verano. Durante el mes de julio, Vargas Llosa decide irse de Villa Meona sin avisar para trasladarse a su domicilio en la calle Flora. Desde allí, llamó a su novia para que le acompañara a la presentación de su libro homenaje a Pérez Galdós, ella accedió y él, como agradecimiento, volvió con ella a la casa de Puerta del Hierro.
No obstante, que Isabel Preysler acudiera a la presentación no fue fácil. De hecho, imploró a Mario que se disculpase por irse de casa sin previo aviso.
Además, durante la fiesta de Moet&Chandon a la que acudió la Preysler con su hija Ana Boyer, Mario Vargas Llosa la acusa de "tomarse demasiadas libertades", motivo por el que decide irse de casa sin avisar. Isabel no soportó esterarse por su chófer de los movimientos del que podría haber sido su marido y es entonces cuando toma la determinación de romper para siempre su relación.