Dani Alves está asumido en una profunda crisis económica por su ingreso en prisión. La vida del ex del Barça ha dado un vuelco inesperado y solo puede contarse con desgracias.
La presunta violación a una joven en Barcelona le ha roto todos los esquemas. Dani Alves vive en horas bajas después de la rescisión de contrato de Pumas, en México, el que era su actual equipo tras irse del Camp Nou.
Hacienda, además, le ha embargado una de sus propiedad (un piso de 60 metros cuadrados) mientras que la Agencia Tributaria también lo está persiguiendo por su deuda de 2.259.071,22 euros.
Su club lo ha dejado solo, pero también los patrocinadores. Nadie quiere estar ligado a Dani Alves tras todo lo sucedido y a la espera del juicio final que decidirá su futuro.
Para más inri, en la prensa de corazón aseguran que Joana Sanz podría haber pedido el divorcio al brasileño tras todo lo ocurrido en las últimas semanas.