La presentadora y colaboradora Cristina Pedroche y el chef Dabiz Muñoz, anunciaron en diciembre del año pasado que iban a ser padres con un emotivo comunicado en sus redes, en el que criticaban que la noticia se hubiera filtrado sin haber podido ellos anunciarlo primero.
Ambos están muy felices con la noticia, y la colaboradora nos va manteniendo al día de la evolución de su embarazo en sus redes sociales, donde por cierto no parece haber bajado aún su actividad rutinaria.
Niños y trabajo
Pero lo cierto es que la noticia el embarazo sorprendió a propios y extraños, porque la pareja explicó en multitud de ocasiones que no tenían programada la maternidad en un futuro próximo. La última vez fue en octubre, en el programa de El novato, de Joaquin, donde el chef respondía si había renunciado a la paternidad, "No tengo claro que haya renunciado. Es verdad que yo ya empiezo a ser mayor, pero Cristina es muy joven todavía. No he renunciado a ello, simplemente es que pienso que no es el momento. Yo estoy a tope con mis cosas, ella tampoco para de currar. Tenemos claro que si algún día somos padres, será porque los dos podemos hacernos cargo", confesó el cocinero de Diverxo.
El caso es que lo de los niños cerca parece que al chef no le entusiasma, al menos en el trabajo, ya que advierte en todos los locales que tiene en Madrid que no disponen de tronas, que no hay espacio para carritos, y en dos de ellos no recomienda la entrada a menores de 10 años.
365 euros es lo que cuesta el menú degustación de Diverxo, además de reservar con semanas o incluso meses de antelación, desde el restaurante hacen saber en su web que DiverXO no es el restaurante más adecuado para niños de menos de 10 años, no se aceptan ni carritos de bebé ni disponen de tronas. En StreetXo, donde no se realizan reservas sino que se atiende por orden de llegada, la música alta es la excusa del local para no admitir niños ni bebés. Y en RavioXo, dedicado a la pasta, sigue la misma política de los anteriores restaurantes, advierte de la ausencia de tronas y de espacio para carritos de bebé. Habrá que ver qué pasa cuando llegue la criatura de la pareja, si cambian alguna de esas normativas, o su hijo tendrá que esperar a ser mayor de 10 años para poder ir a comer al restaurante de su padre.