Tras abandonar por fin la ciudad condal el pasado 2 de abril, la cantante colombiana ha puesto rumbo a Miami para empezar una nueva vida, junto a sus hijos Milan y Sasha, alejada de Gerard Piqué y de toda la presión mediática que sufría en Barcelona.
Pero poner todo un océano de por medio para empezar de nuevo, no siempre es sinónimo de buenas noticias. Y es que al llegar a Miami, Shakira ha tenido que empezar a buscar de nuevo una casa donde vivir, a pesar de poseer una desde el año 2000 valorada en 15 millones de euros.
Y es que a su llegada a Florida la recibieron los problemas, puesto que la mansión de su propiedad está infestada de termitas y eso ha provocado que tenga que residir en otro lugar. Además la mansión tiene serios problemas de privacidad y que está ubicada en una calle de acceso público. Y en el otro extremo se encuentra la zona del embarcadero, desde donde los barcos que cruzan por la bahía de Miami, pueden ver el área de la piscina, lo cual permitiría que ella y sus hijos Milan y Sasha sean captados por los paparazzis y fans.
Un presupuesto desorbitado
Esta semana se ha podido ver a la cantante junto a su hermano Tonino y un agente inmobiliario para dar con un hogar que cumpla con sus altas expectativas. Según el periódico The Sun, la artista tendría un presupuesto de hasta 50 millones de dólares (45,5 millones de euros) para hacerse con una mansión que tenga el espacio que quiere para albergar un estudio de grabación, espacio para Milan y Sasha y también para sus padres, Nidia Ripoll y William Mebarak.
Precisamente el estado de salud de su padre es uno de los motivos de buscar un espacio donde tengan cabida todos los servicios sanitarios que precisa el Mebarak, y que retrasaron la mudanza desde Barcelona al no recomendar los médicos su traslado.