El pasado 4 de junio, en mitad de la separación entre Shakira y el ex futbolista Gerard Piqué, las cosas se han complicado para la cantante. La colombiana se vio en el punto de mira de la justicia española debido a su presunta vinculación con cuatro delitos contra la Hacienda Pública.
En total se le imputaba por un posible fraude fiscal de unos 14,5 millones de euros, según la Audiencia de Barcelona. De hecho, este organismo jurisdiccional rechazó el recurso emitido por la artista, en el que reflejaba las alegaciones pertinentes para eximirse de este delito. La acusación presentó una serie de documentos que reflejaban que la colombiana estuvo más de 180 días en España entre los años 2012 y 2014, pero ella reiteró en su defensa que se encontraba en las Islas Bahamas durante el tiempo custodiado. Por ello, esta resolución dejó a la ex de Piqué a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por ser la autora directa de este fraude al Fisco.
Estos problemas fiscales sin duda habrán sido menos dolorosos después de rentabilizar sobremanera su ruptura sentimental con el jugador, a base de canciones de despecho, Te Felicito, Monotonía, la BZRP Music Sessions #53 y TQG con Karol G, han supuesto una importante inyección económica para la de Barranquilla.
El caché de Shakira
Y aunque ahora puede que no sea el mejor momento, siempre puede recurrir a los conciertos privados, por los que se suele ingresar una gran cantidad de dinero por poco tiempo de actuación. La agencia Degy Entertainment dio a conocer que hace años la artista colombiana solía cobrar de 300.000 a 500.000 dólares por dos horas. Ahora que indiscutiblemente su caché ha subido como la espuma, puede cobrar unos 300.000 dólares pero por sólo una hora. Si hablamos de un concierto de masas, la cantidad se va al millón de dólares.
Así que si está interesado en que Shakira le cante lo de “me dejaste con la deuda en Hacienda”, debe ir ahorrando poco a poco.