Steve Jobs sigue siendo noticia a pesar de estar fallecido. El genio de la informática era una persona con una capacidad increíble para observar el presente y saber qué ocurriría en el futuro, al menos en lo que refiere a la tecnología.
En una ocasión, concretamente un año antes de morir y después de llevar bastante tiempo sufriendo una enfermedad que lo tenía cada vez peor, decidió escribirse un correo a sí mismo, pero para recibirlo en el futuro.
El correo era como una especie de reconocimiento a las cosas que hizo y que no hizo, a modo de mandamientos. "Cultivo poco de lo que como, y de lo poco que cultivo", "no crié ni perfeccioné las semillas", "No confecciono mi propia ropa", empezaba.
"Hablo una lengua que no he inventado ni perfeccionado", "No descubrí las matemáticas que utilizo", "estoy protegido por libertades y leyes que no he concebido, legislado, aplicado o juzgado", "Me conmueve música que no he compuesto yo mismo", continuaba.
"Cuando necesité atención médica, no pude ayudarme a sobrevivir", "Yo no inventé el transistor, el microprocesador, la programación orientada a objetos ni la mayor parte de la tecnología con la que trabajo", añadía Jobs.
"Amo y admiro a mi especie, viva y muerta, y soy totalmente dependiente de ellos para mi vida y mi bienestar", concluía. Una clara referencia de Steve al resto de la sociedad, la mayoría sin el reconocimiento de él pero igual de importante en estos mandamientos.