Letizia Ortíz es quizá una de las personas más queridas de la familia real debido a su pasado sin sangre azul. A pesar de no nacer princesa fue capaz de encontrar a un verdadero príncipe de sangre azul que la convirtió en reina.
Pero mucho antes de que Felipe VI se cruzara en su camino, Letizia Ortiz ya era la reina de la elegancia. Con su vida en Palacio esto ha ido a más, aunque ella no olvida de donde viene y lo difícil que es la vida fuera de los muros de Palacio.
En esta ocasión fue noticia por unos pendientes que llevaba elaborados cien por cien de forma totalmente artesanal. Leyendo esta línea puede parecer que estos accesorios se eleven a los miles de euros sin embargo se venden en el mercado de las joyas por apenas 85 euros.
Una cifra muy accesible a todo el mundo por lo que no requiere que la mujer que quiera comprarlos necesite ser Reina. Ese papel le corresponde solo a Letizia, pero es sorprendente que teniendo dinero como para caprichos muy lujosos, Letizia opte por algo barato.
Y es que acostumbrados a ver como las mujeres de las altas esferas llevan vidas frenéticas de gastos innecesarios para el resto de gente y que suelen ser muy lujosos, véase Georgina Rodríguez, nuestra Reina es una mujer con los pies en la tierra y no le gusta alardear de excentricidades, al contrario.