Kim Kardashian puso fin a uno de los años más intensos de su vida. Mientras en el ámbito empresarial no le fue del todo mal al ser nombrada milmillonaria por la revista 'Forbes', en lo sentimental no le pudo ir peor, dado que sufrió la separación con Kanye West y la polémica que vino después por la actitud del rapero. Además, rompió después con Pete Davidson y recibió una demanda por una presunta estafa y criticada por vestido en la MET Gala.
Ante tal panorama, la protagonista de esta noticia flexibilizó en exceso, tal vez, su estricta dieta. Ese estilo de vida saludable se veía modificado después de tantos años llevándolo a rajatabla. Así lo ha reconocido en el podcast 'Goop', de Gwyneth Paltrow.
Su agenda, marcada de compromisos, le lleva a seguir una vida con bastante ritmo, por lo que cada vez le parecía bastante más complejo llevarlo sin problema alguno. Por ello, ya está saltándose ciertos pasos de su dieta.
La gran confesión de Kim Kardashian
Además de todos sus compromisos, no hay que olvidarse de que está estudiando Derecho. Por ello, reconoce que ha empezado a beber un poco a sus 42 años.
En anteriores entrevistas había confesado que no bebía alcohol, ni siquiera durante las fiestas o celebraciones con sus hermanas, pero ahora eso ha cambiado y lo ha hecho con una mezcla poco saludable. “Siento que tengo que soltarme un poco”, afirmó. Para intentar conseguirlo, bebe café y alcohol. “Tengo la sensación de que trabajo mucho y que estoy concentrada después todo el día en mis estudios, así como con reuniones sobre nuevos productos, sobre pruebas de estos y sobre cómo irán empaquetados", manifestó.
Por último, reveló cuál es su bebida favorita cuando sale: “Únicamente un pequeño chupito de tequila con piña. Si me tomo dos ya voy muy bien. Es divertido”, aseguró.