Se acerca la boda del año, la de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Ya se saben algunos detalles, como la fecha 8 de julio, el lugar Finca El Rincón, el anillo o algunos detalles del vestido. Sin embargo aún quedan muchos detalles por cerrar, y uno de ellos serán los invitados a tal evento, aunque hay uno en concreto que por ahora no sabe si será o no invitado.
Se trata del amigo íntimo de la familia, el periodista y escritor Boris Izaguirre, o deberíamos mejor decir ex amigo íntimo, ya que desde hace unos meses Tamara y sobre todo su madre, Isabel Preysler, cortaron relaciones con él por unas declaraciones del periodista en una columna de El País, en las que atacaba a Tamara por unas declaraciones suyas.

El origen del distanciamiento
Hay que remontarse a días después de la ruptura de Tamara Falcó con Íñigo Onieva. La hija de Isabel acudía al Congreso Mundial de las Familias en México, dedicado a las familias conservadoras y de carácter ultracatólico. En su charla, dijo literalmente “ahora estamos viviendo un momento muy complicado para la humanidad, hay tantos tipos distintos de sexualidades, hay tantos sitios distintos donde puedes ejercer el mal. Creo que en otras generaciones no era tan evidente”. Pronto fue tachada de homófoba, a pesar de que intentó matizar sus palabras aludiendo a que se refería a la infidelidad que ella había vivido, no señalando, en ningún caso, a las diferentes orientaciones sexuales.
Boris le dedicó una columna en El País, en la que se mostraba muy dolido por todo su colectivo. Esto lo recibió Isabel como un ataque personal a su hija y por tanto a ella misma. Desde entonces la relación entre ellos es inexistente. A pesar de que tras las explicaciones de Tamara, Boris quiso rectificar, “Hice una rectificación porque ella explicó muy bien que se refería a otras cosas y no al ruido que se había generado, y la acusación de homófoba es injusta porque es imposible que ella con su educación, ni tanto paterna como materna, tenga una actitud de esa forma”, dijo hace algún tiempo.
Lo cierto es que ese arrepentimiento ha podido llegar tarde para Tamara, y el que fuera uno de sus mejores amigos puede que no acompañe a la Marquesa de Griñón en el día de su boda con Íñigo Onieva. Habrá que esperar acontecimientos, porque si Tamara ha perdonado a su pareja, también podría dar el paso con el venezolano.