Gerard Piqué y Shakira han terminado su relación de la peor manera posible. Enfrentados judicialmente por la custodia de sus hijos (Milan y Sasha), quiénes finalmente se marcharán a Miami tras las vacaciones de Navidad junto a la cantante.
El ya exfutbolista del Barcelona ha intentado por todos los medios que se quedasen con él en Barcelona. Ciudad en la que han residido desde que nacieron y en la que se encuentran perfectamente adaptados. Shakira, tras más de 12 horas de negociaciones, se hizo con la suya y se los llevará a Estados Unidos en 2023.
No obstante, la colombiana se enfadó bastante durante la reunión por un hecho que no pasó desapercibido para ninguno de los presentes. El teléfono de Piqué no dejó de sonar y siempre por parte de la misma persona. Era su nueva novia, la joven Clara Chía.
Con la cabeza en otra parte
"Un hombre dedicado al fútbol y sus negocios, entregado a otra relación sentimental, no puede ser un padre al 100%", argumentaba Shakira. Todo el rato recibía llamadas de su actual pareja, que le animó a firmar un acuerdo aunque tuviese que ceder.
A Shakira no le gustó nada que una persona que acaba de entrar en la vida de su ya exmarido tenga tanto control sobre su vida. Fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes motivos por los que el matrimonio estalló tras más de una década de relación.