Este fin de semana se celebra uno de los eventos más importantes del año, la 95ª edición de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias de los Estados Unidos, más conocidos como los Premios Oscar. No hay mayor honor que recibir uno de ellos en cualquiera de sus diferentes categorías. Sin embargo, aunque no lo crean ha habido quien a los largo de la historia han rechazado recoger su premio por uno u otros motivos. Os desvelamos algunos de ellos, y más de uno te sorprenderá.
Los que dieron la espalda a la Academia
El veterano actor George C. Scott ganó el premio Oscar a Mejor actor por su papel en Patton (1970), pero dijo a la Academia que "perdieran su número" porque veía los Oscar como un "desfile de carne de dos horas". Peter O'Toole había sido nominado ocho veces a Mejor Actor y nunca logró llevarse un Oscar a casa, por lo que tenía sus motivos para rechazar el Oscar honorífico que la Academia le otorgó en el año 2003, aunque finalmente lo aceptó. La gran Elizabeth Taylor fue nominada a mejor actriz por ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), pero su pareja y compañero reparto Richard Burton, le convenció para no ir ya que él a pesar de estar nominado nunca había ganado ninguno, finalmente le dieron el premio a Taylor.

Uno de los más reseñables fue Marlon Brando que se negó a aceptar el Oscar por su papel en El Padrino y no acudió a la ceremonia celebrada en el año 1973. Pero en su lugar envió a la activista Sacheen Littlefeather que dio un discurso en protesta por el trato dado a los nativos americanos en el cine. Otra de las grandes, Katharine Hepburn, con 12 nominaciones y cuatro premios en su carrera cinematográfica, se da la circunstancia de que no asistió a ninguna de ellas. Algo parecido le ocurrió al mítico director John Ford, que en su carrera se alzó con siete estatuillas y firmó alguna de las mejores cintas de todos los tiempos, pero jamás acudió a las galas a recibir sus galardones.
Alice Brady ganó el Premio de la Academia a la Mejor Actriz de Reparto por interpretar a la Sra. O'Leary en la película de 1937 Chicago, en ese momento era una placa y tampoco fue a recogerla. Dudley Nichols fue premiado en 1936 por su guión para El delator, rechazó el premio por diferencias con Academia de las Artes y las Ciencias, aunque acabaría aceptándolo dos años más tarde. El genial Stanley Kubrick estuvo nominado en más de 10 ocasiones en las grandes categorías, pero cuando ganó el de los efectos especiales por 2001: Una odisea del espacio (1969) no estaba para recogerlo. Michael Caine ganó un Oscar por Hannah y sus hermanas (1987) pero no pudo recogerlo por estar grabando Tiburón, la venganza.

Paul Newman ganó su primer Oscar por El color del dinero (1987) después de recibir uno honorífico y tras siete nominaciones, pero no lo recogió hastiado de acudir sin éxito. El genial director Woody Allen tiene por costumbre no asistir a las ceremonias de entrega de premios. Roman Polanski tampoco fue a recoger su estatuilla en 2003 por El pianista. El cantante Eminem no confiaba mucho en ganar, por eso no fue a recoger el premio a la mejor canción original por Lose Yourself en 2002. Will Smith no acudió a la ceremonia de 2016 en protesta por la falta de diversidad en las diferentes nominaciones ya que, por segundo año consecutivo, los 20 nominados eran blancos. A Banksy en 2011 no le dejaron acudir con máscara y tampoco fue en señal de protesta. Una larga lista de actores y directores que por uno u otro motivo no acudieron a la gala de entrega de los premios Oscar.